No sabes quien eres...


Si en este instante alguna deidad desconocida y oscura se apareciera a cada uno de nosotros y preguntara: ¿Quién eres? y de la respuesta dependiera seguir viviendo; el planeta quedaría medio vacío, que digo nos declararían en peligro de extinción.

Pero estoy seguro que los pocos que quedaran vivirían y dejarían vivir, habría más respeto, se acabarían las guerras, no, puede que no, la lucha en una cualidad inherente a los seres humanos, pero al menos durarían menos tiempo, serían más efectivas o de otra índole.

No habría tantos humanos involucrándose unos con otros y complicando la vida a los demás y de hacerlo lo harían con plena conciencia, no habría tanta necesidad de unos hacia otros.

Un Dios que a voluntad desapareciera a los mediocres, los parásitos que nada hacen por sí mismos, los que van por el mundo deambulando sin saber qué son, qué quieren, o a dónde van.

Definitivamente ese sería un mundo feliz. ¿O no?