El primer día


El primer día fue terrible, su cuerpo se negó a dormir y no pudo probar alimentos, igual fueron los días subsecuentes, esperando verla regresar cada interminable jornada, no obstante en el fondo sabía que eso no iba a suceder.
Recordaría, en un futuro esa despedida, tal vez con cariño, un beso en la mejilla y por primer vez en muchos días enfiló rumbo a casa sin ese rencor y esa duda que le comía el alma.