Ven...



Ven conmigo a la creación de un nuevo mundo, ven, que nada es mas fácil que decir tu nombre que ilumina.

Ven, porque un coro de vírgenes locas prodigan la cordura dando prudentes respuestas.

Ven, porque habrá un ángel velando mi sueño, y sonriendo mientras acaricia mi cabello en mi descanso tras haber cumplido mi condena en la cárcel del hombre; condenado por un error de la justicia que descubrió mi corazón de hombre falso como moneda sin efigie ni curso, ni ley.

Ven conmigo, trae tu traje de novia, el mismo de todos los días, ven al claro de bosque que soñamos esa noche junto al río, donde el manantial de aguas arrepentidas adoptó nuestros sueños como propios. Ven, y sabremos que nada se ha perdido en el paraíso.

Ven, porque hay seres familiares que sonríen al vernos llegar y nos saludan según su modo. Ven, porque estas letras canjean todo mal por bien, y si cumples tu más escondida promesa ya no estaré solo, ni en sueños pisare el silencio de los labios acusadores.

Ven, porque ya no mancharé mi vino con delirio, ni mi pan con amargura, ni te haré salir de mi costado, dolorosa compañera.

Ven, con tu luz ilumina mi rostro, y sabrás como abrir esta reja de mi insoportable soledad.

Ven, que ya todos se den cuenta que nos entendemos.